El Gran Premio de Brasil desató la última tormenta técnica de la Fórmula 1, ya que la FIA respondió a los rumores que circulaban sobre equipos que podrían utilizar refrigeración por agua en los neumáticos para obtener una ventaja. En medio de la creciente especulación, el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, abordó las acusaciones y afirmó: “Nos tomamos estas afirmaciones en serio y nos aseguramos activamente de que las regulaciones sean claras y se cumplan por todos los equipos. No hay lugar para ambigüedades cuando está en juego la integridad del deporte”.
La controversia comenzó con las sospechas de que algunos equipos, en particular McLaren, rival de Red Bull, podrían haber intentado mantener los neumáticos más fríos añadiendo pequeñas cantidades de líquido durante el inflado. Esta táctica podría mantener el rendimiento y la vida útil de los neumáticos controlando las fluctuaciones de temperatura, lo que proporciona una ventaja tanto en velocidad como en resistencia en la pista. Red Bull, que utilizó anteriormente un método similar antes de que se prohibiera, expresó su preocupación por la posibilidad de que otros equipos estuvieran explorando esta zona gris, supuestamente detectando marcas de agua en el interior de las llantas durante las recientes inspecciones de neumáticos en la base de Pirelli.
Sin embargo, la inspección de la FIA en el GP de Brasil no reveló ningún rastro de humedad adicional en los neumáticos. Sin embargo, con los equipos bajo un escrutinio minucioso, sigue habiendo especulaciones sobre si se produjeron manipulaciones sutiles a principios de esta temporada. Las reglas técnicas especifican que los neumáticos deben inflarse únicamente con aire seco o nitrógeno, sin añadir humedad u otros elementos, una norma que mantiene Pirelli. Ben Sulayem enfatizó que, si bien las inspecciones han confirmado el cumplimiento, la vigilancia de la FIA continuará para evitar cualquier “táctica de puerta trasera” que pueda comprometer el juego limpio. Esta respuesta subraya el enfoque de la Fórmula 1 en la aplicación rigurosa de las regulaciones técnicas y el equilibrio entre la innovación y la transparencia en la pista.