Drácula (2025) Primer tráiler

El primer tráiler de “Drácula” ofrece una versión escalofriante y contemporánea del clásico de Bram Stoker, con Keanu Reeves y Jenna Ortega en una historia oscura, atmosférica y llena de suspenso de terror y seducción. Dirigida por un cineasta visionario, esta nueva adaptación aporta un giro moderno al legendario mito de los vampiros, ambientada en el inquietante Londres actual.
El tráiler comienza con una noche inquietante y cubierta de niebla en el corazón de Londres. Escuchamos el débil sonido de pasos que resuena en la distancia, aumentando gradualmente en intensidad. La pantalla muestra a una mujer joven, Mina (interpretada por Jenna Ortega), caminando por una calle poco iluminada, su rostro refleja una mezcla de curiosidad y miedo. Sostiene una carta con manos temblorosas, mientras su voz en off dice: “Hay fuerzas en este mundo que no podemos ver, pero ellas nos ven a nosotros… siempre nos ven”.
La escena cambia a Keanu Reeves, que interpreta a Jonathan Harker, un abogado experimentado con un pasado oscuro. Lo vemos en una antigua y opulenta mansión, hablando con una figura invisible. “He venido a cumplir con mi deber”, dice con cautela, mientras sus ojos recorren la habitación. Una figura sombría se mueve en el fondo y vislumbramos a un hombre pálido y enigmático: el Conde Drácula, envuelto en la oscuridad, con una mirada penetrante y fría.
El tráiler luego pasa a una serie de escenas rápidas y llenas de suspenso: Jonathan explora los misteriosos pasillos del castillo de Drácula, descubre secretos ocultos y símbolos extraños; Mina, mientras tanto, comienza a experimentar visiones extrañas y obsesivas que difuminan las líneas entre la realidad y la pesadilla. Hay atisbos de ella rodeada de bandadas de murciélagos, figuras sombrías acechando en el fondo y una abrumadora sensación de pavor que la sigue a todas partes.
Unos destellos rápidos revelan que Drácula (interpretado por un actor aún por revelar) parece aterrador y carismático, moviéndose silenciosamente por la noche con una gracia depredadora. Sus interacciones con Mina son tensas y seductoras, sugiriendo un juego retorcido del gato y el ratón mientras teje lentamente su red a su alrededor, fascinado por su resiliencia y espíritu.
El tono cambia drásticamente con intensas secuencias de horror sobrenatural: paredes que gotean sangre, reflejos que se desvanecen en los espejos y una niebla oscura y etérea que se arrastra por las calles de Londres. Vemos a Jonathan corriendo contra el tiempo para salvar a Mina, luchando contra criaturas de la noche y descubriendo pistas que lo llevan a adentrarse más en el siniestro complot de Drácula.