El mundo de la Fórmula 1 se ha visto envuelto en una polémica tras el veredicto mordaz del exjefe del equipo Eddie Jordan sobre el futuro de Lewis Hamilton en el deporte. Jordan, que afirma que el tiempo de Hamilton en la cima ha terminado, aconsejó a Ferrari que reconsiderara su gran acuerdo para 2025, calificando la medida de apuesta por un piloto cuya confianza, consistencia y concentración parecen estar desmoronándose. Con Hamilton atravesando una de sus temporadas más desafiantes en 2024, el debate sobre si el siete veces campeón del mundo ha pasado su mejor momento ha dominado las conversaciones en el paddock.
Los problemas de Hamilton en 2024 contrastan marcadamente con su dominio pasado. Los números lo dicen todo: su compañero de equipo George Russell ha superado a Hamilton en la clasificación y ha tenido un rendimiento superior al suyo de forma constante, liderando la batalla interna del equipo por 18-5. En el Gran Premio de Qatar, la ventaja de medio segundo de Russell en la clasificación al sprint subrayó la creciente brecha entre ambos. La sincera admisión de Hamilton después de la sesión —“simplemente soy lento”— causó conmoción en la comunidad de la F1, al igual que su leve sonrisa y su escalofriante comentario: “Definitivamente ya no soy rápido”, durante una entrevista posterior.
Para Eddie Jordan, estos comentarios marcaron un punto de inflexión. En su podcast, Formula for Success , Jordan declaró: “Cuando escuchas a un campeón dudar de sí mismo, aunque sea un poco, se acabó. Lewis Hamilton, el Lewis que yo conocí, se trataba de creer y demostrar a los escépticos que estaban equivocados. Esa chispa parece haberse ido, y sin ella, no se puede competir a este nivel”. Jordan también advirtió a Ferrari que no apostara por una historia de regreso, comparando el declive de Hamilton con las actuaciones menguantes de Sergio Pérez en Red Bull.
La crítica de Jordan se extendió más allá de la conducción de Hamilton y se extendió a sus aventuras fuera de la pista. Apasionado defensor de la moda, la música y la justicia social, los compromisos de Hamilton fuera de la F1 han crecido significativamente en los últimos años. Si bien han consolidado su estatus como ícono global, Jordan argumentó que le han restado valor al enfoque singular necesario para seguir siendo competitivo. “No se puede hacer todo”, dijo Jordan. “En algún momento, algo tiene que ceder, y ahora mismo, parece que es su conducción”.
Los problemas de Hamilton no pueden separarse por completo de los de Mercedes. Desde los cambios de reglamento de 2022, el equipo que alguna vez dominó la Fórmula 1 no ha logrado entregar un auto capaz de competir de manera consistente con Red Bull. El auto de 2024 mostró cierta mejora, pero los problemas con la velocidad en línea recta y el manejo inconsistente han dejado a Hamilton visiblemente frustrado. Si bien Russell se ha adaptado mejor a las peculiaridades del auto, Hamilton ha tenido problemas para encontrar su ritmo, lo que agrava sus desafíos.
La temporada 2024 también se ha visto empañada por errores poco frecuentes pero evidentes de Hamilton, incluidas sanciones por adelantarse en la salida y exceso de velocidad en el pit lane durante el Gran Premio de Qatar. Estos errores poco habituales han alimentado las especulaciones de que la inmensa presión de su peor forma y el aumento de las críticas pueden estar afectando a su toma de decisiones. Para un piloto cuya reputación se basó en la precisión y la resistencia, estos errores han sido difíciles de conciliar para los aficionados y los analistas.
A pesar de las advertencias de Jordan, Ferrari no parece desanimarse. El jefe del equipo, Frédéric Vasseur, que comparte una larga relación con Hamilton, sigue confiando en la capacidad del británico para rendir al máximo. Tras mencionar la sorprendente remontada de Hamilton, que pasó del décimo puesto al segundo en Las Vegas, Vasseur descartó las preocupaciones sobre su rendimiento, calificándolas de exageradas. “No es un piloto que haya perdido la cabeza”, dijo Vasseur. “Lewis sigue siendo uno de los mejores, y su experiencia podría ser inestimable para Ferrari”.
Sin embargo, Jordan no está convencido. “Una gran carrera no hace una temporada”, dijo. “Ferrari necesita un piloto que pueda liderar al equipo cada fin de semana. En este momento, Lewis no parece ese piloto”.
Mientras Hamilton se prepara para el Gran Premio de Abu Dabi, se vislumbra el capítulo final de su histórica asociación con Mercedes. La carrera no solo será una prueba de sus habilidades actuales, sino también una declaración sobre su legado. ¿Podrá ofrecer una actuación que silencie a los críticos y le recuerde al mundo su grandeza, o las sombras de 2024 eclipsarán su ilustre carrera?
Nunca antes había habido tanto en juego. Para Hamilton, no se trata de una sola carrera, sino de demostrar que todavía tiene lo necesario para competir al más alto nivel. Para Ferrari, se trata de asegurarse de que su inversión no sea un error de cálculo. Cuando se apaguen las luces en Abu Dhabi, el mundo estará observando cada movimiento del piloto más laureado del deporte y se preguntará: ¿Es este el comienzo de un gran resurgimiento o el doloroso final de una era?