ÚLTIMAS NOTICIAS Lewis Hamilton FURIOSO con MERCEDES después de que se filtrara una impactante conversación por radio en el GP de Brasil

En un giro inesperado de los acontecimientos en el Gran Premio de São Paulo, el rendimiento habitualmente triunfal de Lewis Hamilton en Interlagos, donde había sobresalido anteriormente, se desplomó. A lo largo de un fin de semana desafiante, Hamilton expresó su descontento con el Mercedes W5, al que calificó como el “peor” auto que ha conducido, un sentimiento que se hizo eco en la pista y en los boxes. Al terminar décimo, Hamilton logró salvar solo un punto, mientras que su compañero de equipo George Russell logró un notable cuarto lugar, lo que expuso una amplia brecha de rendimiento entre los dos autos que Mercedes sin duda revisará en las próximas semanas.

Los problemas de Hamilton comenzaron el viernes durante la FP1, donde informó de un dolor de espalda debido al rebote agresivo de la configuración del W5. Esta incomodidad preparó el terreno para un rendimiento por debajo de lo óptimo durante todo el fin de semana, con Hamilton en la clasificación y finalmente estancado en los puestos más bajos. A pesar de sus dificultades, el mensaje de Hamilton al equipo siguió siendo de gratitud, apreciando el duro trabajo de los ingenieros que, a pesar de sus esfuerzos, no pudieron poner el coche a la altura de los competidores en el agotador y accidentado circuito de Interlagos.

El principal problema, según explicó Hamilton, fue la falta de suspensión del coche, lo que provocó una conducción que, según él, era como navegar sobre una “tabla de madera”. Esto limitó gravemente su capacidad para acelerar al salir de las curvas, lo que lo puso en desventaja y contribuyó a la mínima tracción que arruinó su carrera. La “peor conducción” que experimentó, como describió Hamilton, puso de relieve una preocupación creciente dentro de Mercedes: la necesidad de una configuración adaptable que pueda manejar la intensa dinámica de diferentes pistas. Los ingenieros de Mercedes ahora estarán bajo una inmensa presión para resolver estos problemas de manejo, especialmente con solo tres carreras restantes en la temporada.

El cuarto puesto de Russell puso de relieve un rendimiento contrastante dentro del equipo, lo que dio lugar a especulaciones sobre qué factores podrían haber causado la disparidad en el rendimiento de Hamilton. Russell logró superar bien la clasificación y disfrutó de una experiencia de carrera más fluida, lo que subraya las inconsistencias que siguen preocupando al equipo Mercedes esta temporada.

La frustración de Hamilton no se limitaba al manejo del W5. Expresó su preocupación por la responsabilidad dentro del equipo, remarcando que el rendimiento del fin de semana fue “inaceptable” y pidió introspección mientras Mercedes busca terminar la temporada con una nota más fuerte. Sus reflexiones también se centraron en las carreras restantes, donde esperaba una mejor estabilidad del coche y un final competitivo, muy consciente de que su clasificación había bajado con Russell superándolo en la clasificación de pilotos. Para un siete veces campeón del mundo, el estoicismo de Hamilton en medio de tales reveses es admirable, pero las frustraciones crecientes son palpables mientras lucha con un coche que describió como “imposible de conducir”.

Además de los problemas personales de Hamilton, Mercedes se enfrentó al escrutinio regulatorio después de ser multado por la FIA por infringir la presión de los neumáticos. Se descubrió que el equipo había ajustado la presión de los neumáticos en la parrilla de una manera que contravenía las pautas de la FIA, una infracción que normalmente ameritaría una descalificación. Sin embargo, dado el caótico procedimiento de salida en el que participaron varios autos, los comisarios optaron en su lugar por una sanción económica de $10,000, lo que proporcionó a Mercedes un indulto temporal pero dejó una marca en un fin de semana ya de por sí decepcionante.

Este fin de semana caótico llega en un momento crítico para Hamilton, que ha expresado abiertamente su deseo de terminar su última temporada con Mercedes con una nota alta antes de pasar a Ferrari el año que viene. Aunque sus éxitos de verano parecen un lejano recuerdo, el espíritu competitivo de Hamilton sigue intacto, lo que insta a su equipo a solucionar los problemas del W5 y ofrecer un coche que pueda competir en las tres últimas carreras. Por el momento, sin embargo, las esperanzas de Hamilton de lograr un rendimiento “aceptable” dependerán de que el garaje y los ingenieros encuentren soluciones para lo que ha sido una temporada inconsistente y desafiante para Mercedes.

Las limitaciones del W5 no solo han afectado el rendimiento de Hamilton, sino que han planteado dudas sobre la capacidad de Mercedes para adaptarse a la dinámica cambiante de la temporada. Mientras el equipo busca consolidar su lugar en la clasificación del Campeonato de Constructores, la presión es alta para asegurar que Hamilton y Russell puedan terminar la temporada con fuerza, especialmente con equipos competitivos en la zona media del grupo ansiosos por aprovechar cualquier oportunidad.

Para Hamilton, el legado duradero de su etapa en Mercedes puede depender de estas últimas carreras, en las que pretende desafiar los desafíos que le plantea el W5 y despedirse del equipo con una última demostración de brillantez. Sin embargo, mientras lucha tanto contra la competencia como contra las deficiencias de su monoplaza, la única certeza es su determinación de terminar esta temporada con gracia, determinación y, con suerte, algunos puntos más.