The Conjuring 4: Last Rites regresa al aterrador mundo de Ed y Lorraine Warren (interpretados una vez más por Patrick Wilson y Vera Farmiga), mientras enfrentan su caso más oscuro y peligroso hasta ahora. La película comienza con los Warren todavía recuperándose de su último encuentro demoníaco, pero su respiro dura poco. Un sacerdote llamado Padre Agustín se acercó a ellos y les pidió ayuda con un caso pecaminoso que involucraba a un monasterio maldito en lo profundo del campo.

Los Warren viajan a un convento remoto, donde descubren que varias monjas han muerto misteriosamente en circunstancias inexplicables. El resto estará plagado de imágenes violentas y signos de posesión demoníaca. A medida que comienzan a investigar, las visiones psíquicas de Lorraine se intensifican, revelando que la entidad que atormenta al monasterio no es un demonio cualquiera: es una fuerza antigua y poderosa que es anterior al cristianismo, y su influencia se extiende mucho más allá de los muros del monasterio.

Este demonio, conocido como Valak el Profanador (la misma entidad de La Monja), ha regresado con un nuevo propósito: reclamar almas en un antiguo ritual llamado Los Últimos Ritos, donde los momentos finales de la vida se convierten en un campo de batalla entre el bien y el mal. Los Warren se dan cuenta de que esta vez se enfrentan no solo al mal sino a una fuerza masculina que busca socavar la naturaleza misma de la fe.
La tensión aumenta cuando Ed y Lorraine descubren una escalofriante conspiración dentro de la propia iglesia, con varios miembros de alto rango que ocultan sus propios secretos oscuros que involucran una resurrección demoníaca. Lorraine, cuyos poderes están siendo manipulados por el demonio, se convierte en un objetivo, lo que la lleva a intensas batallas psicológicas y físicas mientras intenta separar la realidad de lo sobrenatural.
En una confrontación climática en la abadía durante el ritual de los Últimos Ritos, Ed y Lorraine se enfrentan a Valak en una lucha por sus almas y el futuro de la iglesia. La película da un giro aterrador en sus momentos finales, sugiriendo que el mal puede no ser derrotado por completo, dejando a los fanáticos con una situación de suspenso para futuras películas.